sábado, 14 de junio de 2014

14/06/14

No voy a mentir, este año a sido una mierda. Pero a la vez ha sido el que más he madurado, o sea, el que más me ha destrozado. Porque maduramos a base de hostias y a mi me han pegado una paliza.
He perdido a muchas personas que pensé que se quedarían a mi lado, esas que iban a estar 'para siempre'. La solución es construir más muros que puentes, pero no soy capaz y no quiero convertirme en eso.
No vengo a quejarme, sólo a soltar todo lo que llevo dentro.
Me quedan amigas, más de las que pienso, y ayuda, mucho. Se lo agradezco mucho más de lo que pensarán. Luego está él, somos polos opuestos, quizá demasiado diferentes, pero me encanta, me hace feliz. Por mi puede durar toda la vida, pero nada es para siempre.
Recuerdo cuando intentaba no pensar en él, que no me gustara, callarme a todas horas que me moría por verle y cuando le tenía delante me obligaba a mi misma a parecer indiferente.
Escondo demasiadas cosas y demasiado bien.
Pero me ha dado mucha pena perderle, de verdad que pensaba seguir a su lado pero perdió mi confianza. Y bueno, he pasado página, o mas bien de capítulo, el cual no quiero acabar nunca, a ser posible.
Aunque en el fondo sé que acabará, como todo. Se cansará de mi, como la mayoría. No sé lo que hago mal.
Aquí estoy, a punto de llorar por ella otra vez. ¿Por qué me hace esto después de 6 años? La quiero tanto... Pero ya no me queda orgullo que tragarme por ella, tampoco serviría de nada, no quiere verlo, vive genial en su mundo de las nubes y lo entiendo. Vivir allí arriba es genial, pero el mundo real te golpea tarde o temprano. Quizá simplemente sea que no le importe, pero sigo sin encontrar explicación alguna y la necesito. Tengo la piel de gallina.
Sólo se me ha escapado una lágrima, no dejaré que caigan más, por eso cambiaré de tema o dejaré de escribir por hoy.
Supongo que siempre quedarán los recuerdos. Sólo me queda mirar hacia delante como si no hubiera nada atrás, y sacaré fuerzas de dónde no las tengo para salir adelante.

sábado, 24 de mayo de 2014

Fuerte.

¿Estamos solos? Lo tengo claro. ¿Hasta qué punto es sano abrirse a alguien? Sólo sé que por mi cabeza pasan dos ideas levantar muros, o dejarme llevar. Sé que levantar muros no es la solución pero mi cabeza me grita cada vez más fuerte que tenga cuidado mientras que mi corazón  me susurra que no tenga miedo.
¿ A cuál de los dos debo hacer caso?
Últimamente le hago demasiado caso a la cabeza, desconfío cada vez más, lo que hace que me sienta más sola todavía. Pero no me puedo pasar otra vez con el corazón, no otra vez.
Necesito fuerza, una fuerza que no encuentro dentro de mi, me siento débil, como si un par de palabras pudieran romperme.
Sólo quiero crecer, convertirme en la persona que quiero ser, dejar de fingir que soy fuerte y empezar a serlo.

Hola de nuevo.

Acabo de leer unos antiguos borradores que tenía escritos, me traen demasiados recuerdos a la cabeza.
Recuerdos que guardaré con llave en mi mente, donde nadie los encuentre. Hace demasiado tiempo que no escribo, lo echaba mucho de menos. Es la única forma que tengo de expresarme sin miedo, sin miedo a quién lo lea o lo que piensen. Principalmente porque nadie lee las cosas estas que escribo por eso es tan genial.
Las cosas van... bien supongo, sigo buscándome a mi misma. Intento cambiar y dejar a la niña inocente que era atrás, pero no quiero perderme a mi misma por el camino.
Cada vez me siento más aislada, como su estuviera en una burbuja que no sé cómo explotar. Perderle me ha hecho ver que nada es lo que parece, estamos solos, y siempre lo estaremos. Todas esas personas que parecían estar ahí pasa siempre pueden irse, o algo peor, cambiar, tanto que ni las reconocemos.
Sé que así es la vida, que sólo se trata de vivir, exprimir los pequeños momentos de felicidad todo lo posible, pero es cruel la forma en la que todo se va desvaneciendo.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Considero que sólo he hecho una cosa bien en estos 17 años, ayudar a los demás, ser compasiva y buena.
Por ello quiero dedicarme a eso, ayudar a la gente a superar todos los problemas que nos hunden más y más hondo, todo aquello de lo que yo no soy capaz de hacer, y espero algún día conseguir.


domingo, 25 de agosto de 2013

¿Sabes qué?

Había olvidado lo que se sentía al escribir por aquel sentimiento que tan pocas veces nos acompaña, felicidad. Hace tanto que no escribo que no sé cómo hacerlo.
Sólo quería decir que se que he hecho mil y una cosas mal, hiriendo a gente que no se lo merece, no pensar en las consecuencias de mis actos... Mamá, papá, perdonadme aunque no lo merezca.
Intento mejorar con todas mis fuerzas, hacerme fuerte, ser capaz de mostrar quién realmente soy. Son muchas las penas, las heridas profundas, pero todas tienen cura: El t
No hay nada seguro en nuestras vidas, ni nada ni nadie. A veces por mucho que luches, nada vuelve a ser cómo antes. Por eso, he aprendido que por mucha fuerza con la que deseemos algo, no tiene porque cumplirse, hasta que provoquemos que pase.

domingo, 3 de marzo de 2013

Aquí estoy, sentada en un banco como una gilipollas, porque no quiero ir a casa. No quiero ir a ningún sitio. Sólo quiero saber, ¿Por qué? ¿Qué hago con mi vida? Nada. Sólo estoy. Hago daño a las personas a las que me quieren, cosa que me duele más a mi. Y es que todo duele. Nada me llena, este vacío en mi pecho cada vez es más grande, me ahoga, puede conmigo, todo me supera, las fuerzas se me agotaron hace tiempo ya, pero supongo que algo de esperanza queda, sino no me levantaría cada mañana. Cada día levantarse es peor, el único momento del día en el que estoy bien es cuando ni estoy consciente, cuando duermo. Mi estado de ánimo es una jodida montaña rusa. Ahora casi no puedo escribir por las lágrimas, ayúdame a encontrar algún motivo por el qué debería levantarme. ¿Por mi? No es suficiente. ¿Por los demás? Nadie me echaría de menos, y si lo hacen, a los dos días se les habría olvidado. ¿El mundo estaría mejor sin mi? No, simplemente ni se notaría mi ausencia. Ahora sólo quiero desaparecer, olvidar toda esta mierda, correr lejos lejos de aquí, a donde sea.

domingo, 17 de febrero de 2013

¿Qué como estoy?

Muerta de miedo. No puedo más. No puedo callarme. Callarme todo me mata. Pero no puedo soltarlo tengo miedo. No sé que sentir, ni qué esperar, ni que sientes tú. No puedo con este vacío dentro de mi, sólo se llena a ratos de tristeza por los malditos recuerdos.
Nunca soy suficiente, tendo miedo a cada paso que doy, y quedarme en mi sitio no ayuda. Pero necesito avanzar, ser fuerte, conseguir sentirme bien conmigo misma, aceptarme.
Pero tanto pesimismo no es bueno, me ahogo, me hundo más, nadie puede ayudarme.

lunes, 21 de enero de 2013

Hoy me siento bien. ¿Lo mejor? Ni tengo razones para ello. Me apetece hacer el gilipollas, cantar a gritos hasta quedarme sin voz, reirme hasta quedarme sin aire, como si nada malo pasara.
Ojalá pudiera embotellar esta sensación, guardarla para cuando me de por volver a deprirmirme porque el mundo es una mierda.
Estoy echa un lío, se que acabaré haciendo daño a alguien, pero pienso ser egoísta, ya me he preocupado demasiado por los demás en vez de por mi. Tengo que soltarlo, preguntarselo y sentirme libre.
Sólo necesito ser feliz, hoy me falta muy poco para estarlo.